Iglesia Doradal

Para la reforma de este templo se contemplaba inicialmente la construcción una torre para exaltar el campanario y darle simetría a una fachada de geometría desequilibrada. Con la evolución del proceso de diseño y el crecimiento de las necesidades del templo con el proyecto, se transformó prontamente en una propuesta de reforma más radical, de tal manera que se aprovechara el sistema estructural y espacial del templo, reacondicionando por completo su imagen y generando los nuevos espacios que la comunidad demanda.

Se propone un volumen sobrio basado en concreto y un desarrollo superior en bloques de arcilla, que mejoren las condiciones climáticas del espacio interno que se encuentra en un municipio que cuenta todo el tiempo con altas temperaturas. La imagen exterior conserva una similitud con el entorno construido en el que unos volúmenes sobresalen mas que otros en dimensiones verticales y horizontales.

El proyecto finalmente no desconoce la premisa inicial del campanario protagónico, y por el contrario lo genera a modo de una torre horadada que delimita y convierte la edificación en un hito no solo por su uso, sino también por su singularidad arquitectónica, los demás volúmenes sobresalientes representan espacios y momentos importantes del espacio interno, y complementan la exaltación a través del ingreso de luz natural mediante el diseño de las cubiertas.